El chacal de nahuel toro
En el siguiente ensayo presentaré la importancia que tiene la educación formal desde los inicios de la infancia y de cómo la falta de la misma, puede transformar a un ser humano en un “antisocial o marginal“ según la valoración dada por la sociedad. Tomaré como ejemplo un hecho verídico acontecido en los años 60 en la ciudad de Coihueco, la triste y célebre historia del “Chacal de nahueltoro”.
Jorge Valenzuela Torres sufrió desde su infancia el abandono, el maltrato y la falta de educación, siendo obligado a trabajar desde pequeño (claro que para la época era algo normal), creció siendo un hombre analfabeto que vivió al margen de la sociedad, casi como un animalito, convirtiéndose en un campesino alcohólico y retrógrado. capaz de cometer uno de los más horribles asesinatos que existiesen hasta hoy, episodio carente de toda racionalidad donde da muerte a su conviviente y a los 5 hijos pequeños de esta. Pero a pesar del tiempo transcurrido de dichos asesinatos está latente en la retina de la sociedad, la crítica de si ¿Fue correcto el actuar de la justicia en este caso? Porque no logramos ver que estos mal llamados antisociales o marginales también son víctimas de la desigualdad social, de la injusticia social, de la falta de conciencia moral, sólo por el hecho de no tener educación, una educación que los llene de herramientas para ser y pertenecer a esta sociedad tan estructurada.
¿Cómo la miseria y el abandono pueden llegar a convertir a un ser humano en asesino? ¿No es acaso él una clara víctima de la desigualdad social? Y peor aún convertirse en “ la víctima de un experimento social “ cómo es el hecho de recibir la educación que nunca tuvo, aprender a leer, aprender un oficio, recibir a dios en su corazón, además de hacerlo consciente del bien y del mal para luego ¿matarlo? .
Es según esto que planteo la siguiente hipótesis :
¿Es acaso legítimo usar la educación con estos fines? ¿Para qué dedicar casi tres años en la educación de un hombre si su final no era otro que la muerte?
Según Kant, filósofo alemán de la época de la ilustración, esto sería correcto debido a uno de sus fundamentos en el que dice “es un deber de las sociedades educar al hombre “. Y también creo yo que así debe ser, pero la contradicción está en este caso puntual, es que a pesar de haberse convertido en un hombre educado y arrepentido de sus actos criminales su destino no sería otro que el fusilamiento.
Lamentablemente para este hombre el carecer en su infancia de un ente regulador como es la escuela, no le permitió lograr nada más que subsistir como un animalito.
La educación para Kant es precisamente constituir un mágico medio de conversión de la animalidad en humanidad. Para él “disciplinar es tratar de impedir que la animalidad se extienda a la humanidad, tanto en el hombre individual como en el social. Así pues, la disciplina es meramente la sumisión de la barbarie.
La educación debe ser en primer lugar disciplinar y en segundo lugar cultivar. La instrucción es para Kant secundaria con respecto a la disciplina. La preocupación central de estos ilustrados es la obediencia. Ya que es necesario, ante todo, la obediencia en el carácter de un niño, esta obediencia es muy importante ya que prepara al niño para el cumplimiento de las leyes, que después tiene que cumplir como adulto y ciudadano, aunque no le agraden. Y dice “ Un árbol torcido es difícil de enderezar”. El éxito disciplinador de la educación es una cuestión de tiempo.
“La disciplina somete al hombre a las leyes de la humanidad y comienza hacerle sentir su coacción. Pero esto ha de realizarse temprano”.
Jorge Valenzuela Torres sufrió desde su infancia el abandono, el maltrato y la falta de educación, siendo obligado a trabajar desde pequeño (claro que para la época era algo normal), creció siendo un hombre analfabeto que vivió al margen de la sociedad, casi como un animalito, convirtiéndose en un campesino alcohólico y retrógrado. capaz de cometer uno de los más horribles asesinatos que existiesen hasta hoy, episodio carente de toda racionalidad donde da muerte a su conviviente y a los 5 hijos pequeños de esta. Pero a pesar del tiempo transcurrido de dichos asesinatos está latente en la retina de la sociedad, la crítica de si ¿Fue correcto el actuar de la justicia en este caso? Porque no logramos ver que estos mal llamados antisociales o marginales también son víctimas de la desigualdad social, de la injusticia social, de la falta de conciencia moral, sólo por el hecho de no tener educación, una educación que los llene de herramientas para ser y pertenecer a esta sociedad tan estructurada.
¿Cómo la miseria y el abandono pueden llegar a convertir a un ser humano en asesino? ¿No es acaso él una clara víctima de la desigualdad social? Y peor aún convertirse en “ la víctima de un experimento social “ cómo es el hecho de recibir la educación que nunca tuvo, aprender a leer, aprender un oficio, recibir a dios en su corazón, además de hacerlo consciente del bien y del mal para luego ¿matarlo? .
Es según esto que planteo la siguiente hipótesis :
¿Es acaso legítimo usar la educación con estos fines? ¿Para qué dedicar casi tres años en la educación de un hombre si su final no era otro que la muerte?
Según Kant, filósofo alemán de la época de la ilustración, esto sería correcto debido a uno de sus fundamentos en el que dice “es un deber de las sociedades educar al hombre “. Y también creo yo que así debe ser, pero la contradicción está en este caso puntual, es que a pesar de haberse convertido en un hombre educado y arrepentido de sus actos criminales su destino no sería otro que el fusilamiento.
Lamentablemente para este hombre el carecer en su infancia de un ente regulador como es la escuela, no le permitió lograr nada más que subsistir como un animalito.
La educación para Kant es precisamente constituir un mágico medio de conversión de la animalidad en humanidad. Para él “disciplinar es tratar de impedir que la animalidad se extienda a la humanidad, tanto en el hombre individual como en el social. Así pues, la disciplina es meramente la sumisión de la barbarie.
La educación debe ser en primer lugar disciplinar y en segundo lugar cultivar. La instrucción es para Kant secundaria con respecto a la disciplina. La preocupación central de estos ilustrados es la obediencia. Ya que es necesario, ante todo, la obediencia en el carácter de un niño, esta obediencia es muy importante ya que prepara al niño para el cumplimiento de las leyes, que después tiene que cumplir como adulto y ciudadano, aunque no le agraden. Y dice “ Un árbol torcido es difícil de enderezar”. El éxito disciplinador de la educación es una cuestión de tiempo.
“La disciplina somete al hombre a las leyes de la humanidad y comienza hacerle sentir su coacción. Pero esto ha de realizarse temprano”.